Actualmente existen multitud de técnicas para lograr reducir el abdomen o eliminar la grasa localizada. La abdominoplastia y la liposucción son dos de las más eficaces pero, una vez realizadas, sin duda se deben tomar algunas medidas para no volver a recuperar la grasa y poder seguir con una figura esbelta para siempre. A continuación se presentan algunas pautas de alimentación y dieta a tener en cuenta para implementarlas después de una liposucción. Además de ayudarte a mantener tu peso, una dieta adecuada después de este tipo de intervenciones, será realmente eficaz para poder reducir el tamaño de las moraduras que suelen aparecer después de este tipo de intervenciones.
Recomendaciones dietéticas para después de una liposucción
En primer lugar, como norma general, se tiene que saber que después de este tipo de intervenciones se recomienda cuidar el peso para lograr mantener un equilibro perfecto entre la grasa y la masa muscular que existe en el cuerpo tras la operación. Es por ello que se hace necesaria la planificación de una dieta para poder empezar a seguirla en el postoperatorio.
Dentro de esta dieta, se deberán tener en cuenta algunas pautas o recomendaciones para poder seguir una alimentación saludable. El primer punto a tener en cuenta es que la dieta que se deberá llevar a partir de ese momento será alta en fibra. Esto es así porque se trata de la mejor dieta para favorecer el tránsito intestinal y lograr evitar el estreñimiento, que puede llegar a ser realmente molesto.
En segundo lugar, se recomienza realizar una ingesta, siempre moderada y eligiendo las bajas en grasas, de carnes, puesto que sus proteínas son buenas tanto para restaurar los niveles de hierro en el cuerpo como para cicatrizar de forma eficaz.
Además de con la carne, se deberá aumentar el consumo de hierro, puesto que éste es básico para poder producir glóbulos rojos, y por tanto ayuda a recuperar el buen tono de la piel, como nos recomiendan desde la Clínica Londres Getafe. Para lograrlo, se recomienda la ingesta de pescado, de pavo, de acelgas, de espinacas, de lentejas y de cereales integrales, ya que son altos en esta sustancia.
Igual de importante que la ingesta de hierro, será consumir muchísima vitamina C ya que se trata de un nutriente que también es muy importante para poder cicatrizar cuanto antes mejor y además colabora en el mantenimiento de los tejidos e incluso de los cartílagos e incluso es interesante para eliminar toxinas. Para ello, se recomienda ingerir fresas, kiwis, pomelos y por supuesto naranjas y mandarinas, así como pimentón, brócoli y col, en lo que se refiere a vegetales.
El zinc también es una sustancia muy útil para poder reparar los tejidos y quemar grasas, con lo que deberás consumir de forma eventual ostras, calabazas, hígado o salvado (fuente: Hola.com). Y por supuesto, no debes olvidarte de beber agua u otros líquidos que no contengan gas para lograr mantener tu cuerpo hidratado. Al menos dos litros al día son necesarios para una buena salud. También será necesario tomar frutas fresas, eligiendo siempre las menos calóricas, así como un puñado de frutos secos (sin excederse), al día. Los productos que contienen grasas sanas como el aguacate, las nueces o el aceite de oliva son una gran opción para ayudarte con tu recuperación.
Y por último, además de estos consejos, es muy recomendable beber agua y otros líquidos sin gas, al igual que frutas frescas y frutos secos. Y por supuesto, será interesante que hagas varias comidas al día más ligeras, en lugar de muy pocas y consistentes ya que normalmente, lo más común será que te sacies mucho más pronto.
