Actualmente impera en la sociedad la tendencia a valorar cada vez más la apariencia física. En ocasiones no se tiene en cuenta que, es mucho más importante la salud que el aspecto físico y es por ello que, si se quiere perder peso, debe ser para encontrarse en un estado de salud óptimo, y asimismo, si se necesita y se quiere hacerlo, se debe hacer de una forma que no ponga en peligro nuestra integridad física, nuestra salud. Es por ello que hay que aprender a alimentarse correctamente y resulta necesario, en caso de querer perder peso, elegir la dieta adecuada de entre la gran variedad de dietas existentes, ya sea esta una dieta adecuada con la que adelgazar rápido si se quiere perder poco peso en poco tiempo, para después mantenerlo con unos hábitos saludables, o una dieta más extendida en el tiempo de resultados duraderos. Hay que conseguir el equilibrio entre apariencia física y salud, de la mejor manera posible.
Además, después de llevar a cabo las dietas, deberás de adquirir y prolongar en el tiempo unos hábitos saludables si quieres que ésta de verdad comporte un cambio a mejor en tu vida. Deberás, para ello, practicar deporte, evitar tener hábitos sedentarios, beber mucha agua y renunciar a los alimentos nocivos para no caer en el efecto rebote o incluso recuperar más kilos de los que habías perdido.
Además, si tienes que perder mucho peso, deberías contar con la supervisión de un profesional, y por supuesto es indispensable para todo el mundo el realizarse chequeos, analíticas y revisiones periódicas para confirmar nuestro óptimo estado de salud.
Si has escuchado lo de “somos lo que comemos” entenderás que es totalmente cierto. Unos alimentos u otros pueden contribuir a mejorar, o por el contrario a desmejorar, nuestra salud y es por ello que existen alimentos aliados y otros que deben estar prohibidos en cualquier dieta saludable, pero sobre todo en las dietas en las que se quiera perder peso (en las saludables es mejor no ingerirlos, pero podrían permitirse, si se quiere, muy de vez en cuando una vez que ya no se necesita perder peso).
Alimentos aliados
Una verdadera dieta saludable para perder peso, debe aportar al organismo los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del metabolismo de nuestras células y órganos. Además, una dieta balanceada servirá para controlar el peso, y bajarlo o mantenerlo, según nuestras necesidades.
De entre los alimentos ideales, perfectos y permitidos, puesto que además de poderse consumir, son beneficiosos para la salud, se encuentran aquellos ricos en proteínas, como la carne magra, sin grasas, como el pollo, el cerdo y el pavo.
También fuente de proteínas son las legumbres y los pescados, y ambas son alimentos indispensables para una dieta saludable.
En segundo lugar, las frutas y las verduras son dos de los ingredientes principales si se quiere perder peso, además de que se recomienda el consumo de al menos cinco raciones al día si se quiere mejorar la salud y ayudar a mantenerla y prevenir enfermedades. Todas las comidas del día deberían ir acompañadas de una pieza de fruta.
Necesarios también, e incluídos en la gran mayoría de dietas, resultan los productos integrales como el arroz, el trigo y la avena. El último se puede mezclar incluso con un yogur. Y de hecho, cada día que pasa, los establecimientos especializados ofertan mayor número de este tipo de productos integrales.
Deben consumirse también lácteos con bajo contenido en grasas, ya que cuentan con nutrientes animales y son una gran fuente de calcio.
Alimentos prohibidos
En el otro extremo, existen alimentos que no deberían incluirse en ninguna dieta de adelgazamiento, además de que deberían reducirse al máximo en cualquier dieta saludable.
No deberías, por ejemplo, consumir todo tipo de pescados y mariscos, puesto que, los pescados en conservas o fritos, así como los mariscos, resultan nocivos para perder peso y contribuyen a que suba el colesterol malo.
En cuanto a las carnes, están prohibidas carnes grasas y en algún tipo de cocinado especial, como las costillas fritas, las piernas de cerdo asadas, el pato, la liebre, la carne en conserva y por supuesto los embutidos.
El pan debe reducirse, y es mejor comerlo integral por su aporte de fibra, y deben eliminarse totalmente cereales como la bollería si se quiere perder peso. Asimismo, debe reducirse el consumo de azúcar y de productos que lo contengan.
Los aperitivos salados también quedan prohibidos, por ser una fuente vacía de calorías con un alto contenido en sodio que no aporta ningún tipo de mineral ni de vitaminas, así como sucede con cualquier tipo de alimentos precocinados.
Algunas frutas también deben evitarse o minimizarse su consumo, ya que cuentan con un alto contenido en grasas: por ejemplo los plátanos, las uvas, los frutos secos o los albaricoques. En este punto, también quedan prohibidas todas las mermeladas, menos las que no llevan azúcares.
En cuanto a otros alimentos como las legumbres, su consumo dependerá del tipo de cocinado: comidas al vapor, a la plancha o al horno están permitidas, mientras, los fritos, rebozados o alimentos con muchas salsas están prohibidos si se está tratando de perder peso.
No deberían consumirse tampoco muchos huevos enteros (la cantidad de clara que se puede consumir es libre, pero no la de la yema) y debería eliminarse totalmente el consumo de leche entera, yogures o quesos grasos.
También los aceites, mantequillas y mantecas quedan prohibidos en cualquier dieta de adelgazamiento. Asimismo, el alcohol se prohibe también por aportar gran número de calorías vacías, aunque pueden tomarse de vez en cuando una cerveza o un vaso de vino. Y los refrescos también deberían evitarse, porque en la mayoría de los casos son una fuente de azúcares y aditivos que no aportan nada bueno al organismo, y que además, lo llenan de gas.
Diferentes tipos de dietas
Existe un gran número de dietas para perder peso, ajustadas a los sujetos que deben llevarlas a cabo, a sus características o a la finalidad que se esté buscando. Podemos diferenciar entre dietas depurativas, dietas de moda, dietas terapeúticas, dietas bajas en calorías, bajas en grasas, proteicas o bajas en hidratos.
Dietas depurativas
Las dietas depurativas son aquellas que ayudan a la “depuración” y limpieza del organismo. A partir de un producto saludable, bueno para la salud, y en la mayoría de los casos, que cuenta con propiedades diuréticas o depurativas (la piña, la avena etc.) se busca la perdida de peso, de volumen, así como la eliminación de las toxinas almacenadas en el organismo, a fin de perder poco peso de forma rápida o de eliminar algunos excesos para sentirnos mejor o para arrancar con otra dieta. En este grupo podemos encontrar la dieta de la alcachofa, la dieta de la piña, la dieta de la sandía o la dieta de la avena, entre otras.
Dietas de moda
Dentro de las dietas de moda encontramos aquellos métodos de adelgazamiento más populares y seguidos por más personas durante los últimos tiempos. Las personas que siguen estas dietas suelen compartir opiniones en foros o blogs de internet, y contarse sus vivencias. Mientas algunas afirman que este tipo de dietas han redundado en un beneficio para la salud, otras personas se posicionan totalmente en contra de la “moda” de las dietas. Dentro de estas dietas podemos encontrar régimenes populares como la dieta Pronokal, la dieta de la Zona, la dieta Dunkan, la dieta por Puntos o la Paleodieta.
Dietas bajas en calorías
Algunas dietas de adelgazamiento, por otro lado, se basan en reducir las calorías totales de lo que se va a consumir, sin atender a si el tipo de alimentos que se está consumiendo o se está dejando de consumir es más alto en grasas, o en hidratos, por ejemplo. No importa de donde vengan los nutrientes, lo que importa simplemente en este tipo de dietas es reducir las calorías. Son dietas delicadas porque, si no se cuenta con la correcta supervisión, pueden no estar bien balanceadas, al consumirse muy pocos nutrientes necesarios, y excesivas grasas, por ejemplo.
Dietas bajas en grasas
Estas dietas son aquellas que limitan la cantidad de grasas que se pueden consumir, permitiéndose así mismo el consumo del resto de alimentos. Su problema principal es que pueden ser poco atractivas y nada apetecibles, además de que no es bueno eliminar todas las grasas, puesto que las grasas saludables son necesarias y buenas para el organismo.
Dietas bajas en hidratos
Son aquellas que, e lugar de limitar la cantidad de grasas, se basan en reducir y limitar la cantidad de hidratos, mientras se continúa consumiendo grasas y proteínas de forma habitual. Son difíciles de seguir porque es difícil eliminar los carbohidratos de cualquier dieta, y debe hacerse bajo supervisión médica.