Cuando tenemos gastroenteritis nos sentimos muy incómodos. Además de náuseas y ganas de vomitar, solemos tener diarrea y dolores de estómago. En los casos más agudos podemos llegar a tener fiebre. Una dieta blanda nos ayuda a superar estos síntomas y a recuperarnos de la sensación generalizada de malestar y debilidad.
Para lograr llevar a cabo una correcta dieta astringente será fundamental hidratarnos de forma abundante y tomar alimentos astringentes. También es posible que necesitemos tomarnos unos días de descanso.
Fases de la dieta
Cuando tenemos gastroenteritis, el primer paso es importante que nuestro estómago y el intestino logren vaciarse. Posteriormente, iremos introduciendo alimentos que reduzcan la irritación y la inflamación. En función de la intensidad de la gastroenteritis la duración del proceso variará de una persona a otra.
- Primera fase: en este primer momento necesitamos hidratarnos de forma abundante. Además, esto es fundamental para eliminar los virus del organismo. Nos mantendremos sin tomar ningún tipo de alimento durante unas 6 horas, o durante 2 comidas.
Para prevenir la deshidratación podemos tomar infusiones, teniendo en cuenta tanto las preferencias personales. En este sentido también hay que valorar cómo nos sientan las distintas infusiones. Por ejemplo, hay personas a quienes el té gusta mucho y les sienta de maravilla. A otras personas, sin embargo, les revuelve mucho más.
También podemos tomar agua con limón o zumos de fruta naturales (quitando la pulpa). Otra opción interesante son las bebidas isotónicas.
Es importante consumir los líquidos de forma pausada, especialmente si continuamos con dolores y náuseas. Para este mismo fin también puede ayudar tomar bebidas con cola a las cuales habremos de quitarles el gas.
Es fundamental que consigamos la hidratación tomando pequeños sorbos. Para asegurarnos de que lo hacemos correctamente podemos utilizar una cuchara sopera y tomar 2 cucharadas cada vez. Cada cinco minutos repetimos y así la hidratación será eficaz. - Segunda fase: en este momento empezaremos a introducir alimentos sólidos. Nos mantendremos en esta fase entre 12 y 24 horas desde el inicio del proceso.
La mejor opción para esta fase es consumir yogures naturales sin azúcar. Esto es fundamental, ya que el azúcar es un gran alimento para los virus que nos hayan podido causar la infección. También podemos tomar yogur con bifidus para luchar contra las bacterias.
Este tipo de alimento es útil porque está predigerido y los lactobacilos ayudan a que la flora intestinal recupere la normalidad. - Tercera fase: según vayan cesando los síntomas iremos introduciendo nuevos alimentos.
Podemos empezar tomando pan tostado y arroz blanco cocido. Si esto nos va bien podemos incluir en nuestra alimentación patata y zanahoria, siempre cocidas para ponérselo más fácil a nuestro organismo. En caso de tomar huevos podemos hacerlo en forma de tortilla, completamente cocinada.
Cuando nos vamos encontrando mejor el cuerpo nos irá pidiendo algo más intenso, como carnes y pescados. Podemos optar por tomar pollo, preferiblemente la pechuga. Y lo mejor es tomarla hervida o a la plancha con poco aceite. Si tomamos pescado, es preferible consumir pescados blancos como el gallo, el bacalao, la merluza y la pescadilla.
Igualmente, podremos ir tomando algo de fruta, pero con precaución. Una buena opción es comer plátanos. También las peras son una buena opción.
Ejemplo de menú de dieta blanda
Cuando ya nos encontramos en la tercera fase, podemos seguir un menú similar a este:
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Para desayunar podemos tomar 1 yogur desnatado sin azúcar. Si el té nos sienta bien podemos elegir esta infusión. En caso contrario, buscaremos una que nos asiente el estómago. Si queremos comer algo más podemos recurrir a una pieza de manzana, ya sea cruda, asada o en compota.
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A media mañana podemos tomar pan tostado con plátano. No obstante, si estamos empezando a introducir alimentos, podemos saltarnos esta comida.
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Para comer podemos tomar arroz blanco con zanahoria y cebolla. Es fundamental acompañar esta comida de agua, siguiendo el consejo de no beberla toda de golpe.
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En la merienda podemos tomar un yogur natural sin azúcar o uno con lactobacilos. También podemos tomar pan tostado y un plátano.
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Para cenar, tomaremos una sopa suave de puerro y zanahoria. De segundo podemos tomar una tortilla muy bien cocinada. Podemos introducir perejil o jamón york a la tortilla para darle algo más de sabor y nutrientes. Para acompañar tomaremos pan tostado y una infusión.
