Si después de realizarte una analítica te han detectado colesterol alto, resulta básico el realizar una dieta baja en colesterol, libre o muy baja en grasas saturadas. Que las células de tu organismo funcionen bien dependerá en gran medida del colesterol, una sustancia producida de forma natural por el organismo, fabricada en el hígado. Además de ello, el colesterol también puede venir de algunos alimentos y puede ser LDL o HDL. Cuando se trata del colesterol malo, si existe un exceso de esta sustancia, comienza a acumularse en las arterias y por tanto la sangre no puede fluir bien, y es ahí donde radican los problemas de colesterol.
Para eso son necesarias este tipo de dietas y dentro de ellas, esta prohibida la ingesta de algunos tipos de alimentos que podrían resultar perjudiciales para tu salud, contribuyendo incluso a aumentar tu colesterol, en lugar de reducirlo.
Tienen que evitarse por tanto, si se quiere bajar el colesterol, la leche entera, los yogures enteros o los quesos grasos. Sobre todo quesos muy grasos como el gouda o el gruyere, que en su lugar será sustituido por el blanco con poca grasa. Tampoco deberá toamrse nata y la leche mejor tomarla desnatada o vegetal.
La yema del huevo, que aporta un gran número de cantidad diaria recomendada de colesterol (mucho más de la necesaria en un día). La clara si puede tomarse puesto que además es fuente de proteínas.
Las grasas provinientes de panceta, tocino, manteca mantequilla o margarina, por razones obvias, así como casi todos los precocinados, deben evitarse también.
Los pescados en escabeche, adobados o ahumados, también son una opción a descartar si se está luchando contra el colesterol. Por contra, los pescados se cocinarán sin aceite, al horno o a la plancha.
Asimismo, el marisco o el caviar también aumentan mucho el nivel del colesterol, por lo que debe evitarse o limitarse mucho su consumo.
También el consumo de vísceras como sesos, corazón o riñones, está totalmente contraindicado si se quiere luchar contra el colesterol. En cuanto al hígado, así como a los productos derivados, como el foie-grás o el paté, su consumo debería evitarse totalmente pues, al fabricar el colesterol, cuenta con una gran cantidad de éste.
Los embutidos también están prohibidos porque cuentan con una gran cantidad de grasas saturadas. Así, deberías renunciar al salchichón, al chorizo y hasta a la mortadela… Pero siempre puedes tomar jamón natural, sin tocino. Este alimento sirve para aumentar el colesterol bueno y reducir el malo. La pechuga de pavo y el jamón cocido bajo en grasas también son unas buenas opciones.
Las carnes grasas como las de cerdo o ternera grasas, el pato o sobre todo, las carnes procesadas como las hamburguesas o las salchichas también están prohibidas. En lugar de éstas, deberían consumirse carnes blancas, como pavo o pollo.
Los alimentos fritos o rebozados, así como, sobre todo los precocinados con estas características, deben borrarse de la dieta, para pasar a consumirse las comidas a la plancha, al vapor, cocidas o al horno.
La bollería, el pan industrial, la repostería y la pastelería, así como las patatas fritas de bolsa o productos similares, son nocivos para cualquier dieta de pérdida de peso o dieta saludable en general, y todavía más para las bajas en colesterol, pues además de grasas saturadas, incluyen azúcar.
La mantequilla, las cremas, la manteca y los aceites de coco y palma deben eliminarse totalmente de una dieta baja en grasas.
La manteca de cacao y los sebos tampoco deben consumirse bajo ningún concepto.
También resultan nocivas todo tipo de salsas hechas con margarina, mantequilla, leche entera, grasa animal y otras grasas.
Las bebidas que contienen o están hechas a base de chocolate, deberían eliminarse o limitarse si se está buscando reducir el colesterol.
Y por último, queda prohibido el consumo de bebidas alcohólicas de alta graduación, totalmente nocivas para el organismo, sobre todo en altas cantidades pues, al transferirse al hígado y éste no poder realizar tanto trabajo, aumentan los niveles de colesterol malo, lo que finalmente hace que el corazón tenga que trabajar más y perjudica a tu salud.