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Beneficios para la salud de una dieta sin gluten
Las dietas libres de gluten han golpeado la corriente principal, con muchas personas que optan por este estilo dietético.
Algunas personas sufren trastornos autoinmunes graves, que requieren una atención cuidadosa a los alimentos ingeridos para evitar el gluten. La intolerancia al gluten y la sensibilidad pueden crear una variedad de otros problemas de salud, lo que puede mejorar al evitar los alimentos que contienen gluten.
Una intolerancia al gluten o la sensibilidad pueden crear algunos síntomas similares a la enfermedad celíaca. La sensibilidad al gluten no celíaca reflejará síntomas celíacos próximos; sin embargo, los problemas no son el resultado de un trastorno autoinmune y el problema no es genético.
¿Qué es el gluten?
El trigo, la cebada y el centeno contienen una proteína conocida como gluten. Aunque el gluten puede ser bien tolerado como parte saludable de una dieta típica, algunas personas tienen sensibilidad a esta proteína. Las personas que tienen reacciones físicas a la ingestión de alimentos que contienen gluten, pueden experimentar alivio de los síntomas mediante la eliminación del gluten de la dieta. Muchos productos alimenticios se ofrecen a las personas que siguen una dieta libre de gluten, debido a la creciente prevalencia de la intolerancia al gluten y la enfermedad celíaca. Puede reemplazar los granos que contienen gluten con otros granos sin gluten como el maíz, lino, mijo y arroz. Aunque comer una dieta libre de gluten puede ser difícil a veces, su salud puede beneficiarse si usted come una dieta libre de gluten.
Enfermedad celíaca
Algunas personas tienen un trastorno autoinmune llamado enfermedad celíaca. Las personas afectadas con esta enfermedad experimentarán respuestas autoinmunes graves con la ingestión de gluten. El intestino delgado de una persona con enfermedad celíaca reaccionará al gluten al no absorber los nutrientes en los alimentos. Los síntomas de la enfermedad celíaca incluyen, ya sea disminución o aumento del apetito, dolor de estómago, hinchazón, gases, estreñimiento o diarrea, náuseas y heces con sangre o grasos. Otros problemas de salud asociados con la enfermedad celíaca incluyen anemia, depresión, fatiga, cefaleas, erupciones en la piel, dolores en los huesos y en las articulaciones, infertilidad y osteoporosis. Los problemas de salud inexplicable o persistente podrían justificarse con las pruebas celíacas para determinar si la enfermedad celíaca es la causa de los síntomas. La prueba implica un análisis de sangre o una biopsia de intestino delgado. Si un médico confirma la enfermedad celíaca, una dieta libre de gluten puede aliviar los síntomas, debido a que la ausencia de gluten eliminará la respuesta autoinmune del intestino delgado.
Intolerancia al gluten y la sensibilidad al gluten
Una intolerancia al gluten o sensibilidad pueden crear algunos síntomas similares a la enfermedad celíaca. La sensibilidad al gluten no celíaca reflejará síntomas celíacos de cerca; sin embargo, los problemas no son el resultado de un trastorno autoinmune y el problema no es genético. Por esta razón, una persona con sensibilidad al gluten no celíaca no experimentará daño del intestino delgado con la ingestión de gluten, pero no obstante, los síntomas desagradables se producirán. Algunas intolerancias al gluten implican menos problemas intestinales que lo que hace la enfermedad celíaca. Otra diferencia es el tiempo de los síntomas. Con la intolerancia al gluten, los síntomas pueden no aparecer hasta el día después de que alguien ingiere gluten, mientras que quienes sufren de la enfermedad celíaca a menudo experimentan síntomas a pocas horas de la ingestión de gluten. Los síntomas de la intolerancia al gluten incluyen dolores de cabeza por migraña, erupciones en la piel, acné, dolor en las articulaciones o entumecimiento, fatiga, falta de memoria, diarrea o estreñimiento, gases y distensión abdominal. Si usted sospecha la intolerancia al gluten, trate de eliminar el gluten de la dieta por completo para ver si los síntomas mejoran. Las alergias al trigo también pueden producir síntomas indeseados, tales como erupciones pruriginosas, urticaria, hinchazón facial, vómitos, diarrea y problemas respiratorios.
Autismo y una dieta libre de gluten
Las personas con trastorno del espectro autista pueden experimentar síntomas aliviados siguiendo una dieta libre de gluten y libre de caseína. La caseína es la proteína que se encuentra en los productos lácteos. Las personas con autismo pueden tener dificultad para metabolizar los péptidos que se producen a partir de la caseína y el gluten. Cuando estas proteínas fallan en descomponerse correctamente, los péptidos resultantes causan problemas en el cerebro, lo que conduce a comportamientos autistas. La investigación no justifica plenamente la correlación entre el gluten y la caseína con el autismo; sin embargo, los padres a menudo deciden probar este ajuste de la dieta en un intento de reducir y aliviar los síntomas del autismo. Los niños pueden necesitar comer la dieta libre de gluten durante un tiempo de un año antes de que los cambios medibles ocurran con el comportamiento y los síntomas. Un niño autista que también experimenta problemas intestinales que coinciden con intolerancia al gluten puede ser favorecido especialmente por seguir una dieta libre de gluten. Antes de intentar una dieta libre de gluten con un niño, consulte a un médico para obtener asesoramiento y orientación. Nunca proceda a ajustes en la dieta sin la asistencia de un médico. Los padres pueden tener dificultades para controlar y mantener la dieta libre de gluten con un niño, si el niño no quiere adherirse a las limitaciones de alimentos.
