Dieta depurativa de la sopa de cebolla

Dieta depurativa de la sopa de cebolla

Las bondades adelgazantes de la cebolla

Es bien sabido, y probablemente lo haya escuchado alguna vez a sus padres a sus abuelos, que, gracias a la cebolla, se puede adelgazar con presteza a bases de sopas, incluso varios kilos, sin apenas esfuerzo, en cuestión de días. Lo que no es tan conocido es la manera en que la cebolla ayuda a adelgazar, como explicamos a continuación. Una de las mejores maneras para hacerlo es a través de una dieta de sopas adelgazantes con este tubérculo como base.

La cebolla es purificadora: suprime los líquidos de más que se quedan almacenados en los tejidos, ayudando así a los riñones a realizar mejor su función. Asimismo, contribuye a que el hígado y la vesícula procesen mejor, siendo así estupenda para el tratamiento de las enfermedades que aquejan a estos órganos. También termina con los gases excesivos, debido a que posee propiedades carminativas (de expulsión) que suavizan las flatulencias y la hinchazón del vientre por esta causa. La cebolla anima al estómago a trabajar, favoreciendo la digestión. Y, además, controla el nivel de azúcar en sangre, por lo que es muy recomendable en caso de padecer diabetes.

Preparando una sopa de cebolla

Consideraciones previas sobre la dieta

Esta dieta no estaba pensada para gente que quisiera adelgazar, sino que es una variación del régimen que siguen algunos pacientes ingresados en los hospitales antes de que los operen. Con la sopa de cebolla se busca lograr que el paciente pierda líquidos cuando sufren una enfermedad que les hace poseerlos en demasía. La dieta persigue poder soslayar las dosis altas de diuréticos, que inhibirían la anestesia; bajar las posibilidades de que haya una crisis de hipertensión en el quirófano que complicaría mucho una cirugía ya de por sí arriesgada.

Dado que es una dieta para pacientes ingresados, muy supervisados y en estados no habituales, no es demasiado recomendable para realizarla por nuestra cuenta si estamos sanos. Lo que hace la dieta de la sopa de la cebolla es ayudarnos a perder líquidos, no grasa -que es lo que solemos querer eliminar para bajar de peso- por lo que la ligereza será a costa de un agua en el cuerpo que no nos sobra si estamos en un correcto estado de salud, además de que perderemos músculo; por lo tanto, solo está indicada especialmente para quienes sufran retención de líquidos.

Al finalizar la semana de la dieta, posiblemente veremos en la báscula cinco kilos de menos que nos alegrarán mucho. Pero, a la hora de la verdad, solamente medio kilo, como mucho, será de grasa perdida. El resto será agua que volverá pronto al cuerpo deshidratado en cuanto volvamos a comer con normalidad. En suma, es una dieta desequilibrada, poco aconsejable y que no debe seguirse nunca más de siete días, si es que somos capaces de soportarla, porque es dura y aburrida. Al alcance solo de los más duros. Piense bien otras alternativas o acuda a un profesional de la nutrición antes de realizarla.

Ejemplo de sopa de cebolla

Preparación de la sopa y ejemplo de dieta

Para hacer la sopa precisarás: 6 o 7 cebollas grandes, 6 tomates maduros, 2 pimientos verdes, un repollo mediano y una planta de apio madura. Se pelan las cebollas y se lavan todas las verduras. A continuación, se quitan las pepitas de los pimientos y se cortan, junto con los demás ingredientes, en trocitos. Luego se echa toda la verdura ya preparada en una olla con mucha agua. Se enciende el fuego y se deja solo que hierva y luego se cuecen las verduras, todas y cada una de ellas. Por último, solo queda retirar la sopa del fuego y echar la sal y la pimienta que deseemos.

Se trata de una dieta extremadamente restringida, que no debe practicarse nunca más de una semana y con la que podemos perder cinco kilos. Durante la realización de la misma no se pueden tomar infusiones ni gaseosas. En el desayuno podemos ser más permisivos y, para hacerlo todo más llevadero, la sopa de cebolla podría ser gratinada. El esquema de realización es el siguiente.

El primer día se puede consumir toda la sopa de cebolla y toda la fruta que queramos, excepto plátanos (por su alto contenido calórico). El segundo cambiamos la verdura por fruta, y el tercero además de la sopa podemos consumir también ilimitadamente fruta (menos plátanos) y verduras. El cuarto combinamos la sopa de cebolla con seis plátanos y barra libre de leche. Al quinto día 250 gramos de carne de vacuno y seis tomates frescos pueden acompañar a la sopa. El sexto día está permitido consumir sopa, algo de pescado o pollo y verduras sin tasa. Y para finalizar, arroz integral, verdura, sopa y fruta (excepto plátanos) ilimitados.

Si nos quedamos con ganas de más, o queremos darle algo de continuidad a la dieta, existen otras opciones de recetas bajas en calorías. Por ejemplo, el pollo con salsa de cebolla (muy rica como aderezo), ensalada de cebolla, piña y zanahoria o cebollas caramelizadas, un menú light y además exquisitos.

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