Dieta de la cebolla

Como hacer la dieta de la cebolla

La dieta de la cebolla, incluyendo la sopa de cebolla, es una dieta insustituible dentro de las realmente funcionales y saludables. Consumir más cebollas como parte de nuestra dieta, puede ser lo que se necesita exactamente para hacer del mantenimiento del peso una tarea fácil.

Beneficios de la dieta de la cebolla

Al actuar como un bloqueador de grasa natural y promover el movimiento intestinal suave, la cebolla se considera como uno de los alimentos más saludables del mundo. Consumiéndola en grandes cantidades durante esta dieta, podremos apreciar sus increíbles beneficios para la salud, mientras perdemos algunos kilos.

Sólo la idea de tener que lidiar con problemas de miedo como el endurecimiento de las arterias da ganas de no enfrentar algunas dietas comunes. Sin embargo, con la dieta de la cebolla no tenemos que preocuparnos por este tipo de cosas. Con poco esfuerzo, al incorporar la cebolla como elemento protagonico de nuestra cocina, tendremos resultados envidiables.

A continuación, trataremos de demostrar por qué es más efectivo acogerse a la dieta de la cebolla, con respecto a otras, a partir de tres recetas simples que cualquiera puede hacer.

Planes de alimentación saludables y efectivos de la dieta de la cebolla

El primer paso para empezar la dieta de la cebolla consiste en incorporar este alimento a nuestra cocina diaria.

Aunque hay muchas recetas que utilizan cebollas, en este artículo te brindamos tres que son especialmente bajas en calorías y fáciles de preparar, por lo que podrás seguir durante más tiempo esta dieta.

En cuanto a lo del mejor momento para empezar, con este procedimiento no existe regla alguna. Todo lo que tienes que hacer es añadir más de 50 gramos de cebollas a tu dieta diaria. Si te parece mucho estás equivocado, pues una cebolla es de aproximadamente 200 gramos. Entonces, no tendrías ni que comerte una al día, y con ello te dejamos ver que no irás por ahí esparciendo ese aliento del cultivo, que tanto puede desagradar.

Primera receta: Té de cebolla

Para el té de cebolla precisaremos de un bulbo de cebolla seco y un litro de agua. La cebolla la batiremos en una licuadora. Si no disponemos del tiempo para secar la cebolla, no debemos utilizar las alternativas de cebollas que se secan mientras están almacenadas.

Luego de batir este ingrediente, añadiremos el contenido a un recipiente con el agua hirviendo y lo dejaremos durante al menos un rato.

Al finalizar, retiramos del té la piel de cebolla y ya está.

Claves: Durante la preparación de esta receta debemos evitar el exceso de ebullición para que el té no nos sepa amargo cuando lo degustemos. De igual forma, las personas menos tolerantes al sabor, pueden beber el té con jugo de naranja o té de cebada.

Segunda receta: jugo de cebolla

Los ingredientes para el jugo son un bulbo de cebolla y 700 cc de agua.

Para prepararlo, retiramos la piel de cebolla y la cortamos en rodajas. Paralelamente, colocaremos 200 cc de agua en una olla y a esta añadiremos las rodajas.

Herviremos la mezcla durante 10 minutos o hasta que las piezas de cebolla se tornen transparentes. Luego, agregaremos estas rodajas cocidas y 500 cc de agua a una licuadora, para hacer una buena mezclar y al dejar refrescar el contenido tendremos jugo de cebolla listo para ser consumido.

Claves: Puede añadirse miel al jugo para adaptarlo mejor a las preferencias del paladar.

Tercera receta: Sopa de cebolla

Para la sopa se necesitan dos bulbos de cebolla, una pizca e perejil, un cuadro de base de sopa y 600 cc de agua.

En la preparación, luego de retirar la cáscara de la cebolla, picaremos los bulbos en rodajas y los dejaremos hervir en agua durante cinco minutos, a fuego lento.

Luego añadiremos la base de sopa al contenido, mezclándolo muy bien, para después espolvorear el perejil por encima y dejar calentar un rato más. Después de esto, al refrescarse la sopa, estaré lista para el consumo.

Claves: Si usted piensa que es demasiado llano este plato, puede optar por agregarle zanahorias, col o maíz.

En esta receta la cebolla se disuelve, por lo que no tendremos excusa para no beber la sopa completa.

Ventajas de la cebolla para su salud y pérdida de peso

La quercetina de la piel de las cebollas frena la grasa

Aunque la mayoría de la gente está acostumbrada a tirar la piel de cebolla al cocinar, el ahorro y consumo de la misma puede ser importante para el éxito de la dieta y una excelente forma de obtener quercetina, sin suplementos industriales ni sintetizados.

La quercetina es un polifenol que contiene antioxidantes y agentes que limitan la absorción de grasa. La piel de cebolla contiene hasta 20 veces más este complemento, que el resto de los alimentos que puede encontrar en su dieta habitual.

Disulfuro de dialilo para suavizar la sangre

El hecho de que el consumo de la cebolla ayuda a obtener sangre saludable y suave es bastante conocido. La razón de esto radica en el disulfuro de dialilo que se encuentra en este cultivo, sustancia que contiene varios activos que evitan la coagulación de la sangre y desempeñan un papel activo en la reducción de los niveles del colesterol dañino.

Mejores de los movimientos intestinales para el confort estomacal

Mediante la simple incorporación de cebollas a nuestra dieta, podemos mejorar drásticamente los movimientos intestinales, hecho del que los muchos practicantes de la dieta de la cebolla pueden dar fe. Junto con la mejora de los movimientos intestinales, nuestro cuerpo tendrá además la flexibilidad que necesita para deshacerse de toxinas, por lo que sin dudas tendremos un estómago más feliz, aparte de una piel más beneficiada.

Desventajas de comer cebollas. Modo de evitarlas

¿Cómo dejar de llorar al cortar cebollas?

Cortar cebolla en ocasiones hace que nuestros ojos segreguen lágrimas como si estuviéramos llorando. Sin embargo, hay formas sencillas de evitar mojarnos en llanto mientras cortamos una cebolla jugosa.

  • Como primer método, podemos lavar la cebolla en agua fría antes de cortarla, o enjuagarla entre cada corte.
  • Asimismo, podemos pasar las cebollas un minuto, a baja temperatura, en el microondas, pero siempre colocándolas dentro de una envoltura apropiada.
  • Para cortar cebolla debemos tratar de hacerlo siempre con un cuchillo afilado.
  • Igualmente, podemos ponernos un par de gafas de natación durante el corte.
  • Y si nada de esto funcionara, podemos meter nuestra cabeza en una nevera, para enfriar nuestros ojos e impedir la secreción por los lagrimales. No obstante, seguramente esta te parecerá la técnica más radical, así que mejor intentemos las primeras.

Comer brotes de cebollas y raíces no es bueno

Al escoger las cebollas que llevaremos a casa debemos evitar llevarnos cebollas con brotes o raíces adjuntas. Esta parte del cultivo no contribuye a su valor nutricional. Igualmente, compruebe siempre la parte superior de la cebolla para buscar dureza. Si la hallas, entonces sin dudas será una cebolla que deberás llevar a casa.

Comer cebollas en demasía nos hace oler como ellas

Comer demasiadas cebollas se dice que, dependiendo de cada persona, puede provocar que se huela como ellas tanto por nuestro aliento, como por nuestra sudoración. Por si acaso entonces, durante la dieta debemos tener mesura y no tener sobredosis de cebolla, ya que por mucho bien que nos hagan, oler como ellas no sería algo precisamente atractivo.

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